11 de septiembre de 2007

Esbozo de un cuento

Uno no piensa cuando sueña o no sabe que piensa. Y si lo supiera no se lo preguntaría. O tal vez sí, tal vez uno se dijera ¿qué hago yo aquí? ¿esto lo he imaginado yo, ha salido de mí? No se preguntaría por qué, eso es lo más difícil de discernir en la inconciencia, a no ser que sea algo tan evidente como soñar con la persona con quien deseamos estar o aquello que vimos y que repercute en nuestro interior como un eco inmarcesible. En otra situación es posible que no nos lo preguntemos porque no hagamos el esfuerzo de recordarlo y sólo pensemos qué tontería lo de esta noche, para qué se me ocurrirán esas cosas pudiendo soñar más interesante como…
Y aquí habrá un silencio que nadie advertirá porque esta conversación la habremos mantenido con nosotros mismos y ese tipo de conversaciones finalizan con puntos suspensivos.
Pero supongamos que uno dentro del sueño piensa y tiene la certeza de que es así, de que está viviendo una fantasía creada por su cabeza. Si extrae conciencia de ese mundo inconsciente tendría la posibilidad infinita de hacer cualquier cosa, un mundo con las únicas leyes físicas que se quisieran concebir. Salvo que ese mundo tiene dos trampas. Una es el fin con el despertar. La otra tenéis que imaginarla vosotros.

1 de septiembre de 2007

Jeff Buckley



Jeff Buckley: "Hallelujah".

Las imagénes son malas, las palabras también.

Mejor sólo nos quedamos con la música.