30 de diciembre de 2012
Dejar de publicar
¿Por qué se deja de publicar? ¿Qué provoca a un escritor el punto final? ¿Será que, después de haber ganado tantos premios y de haber sido muy difundido y conocido ya no necesita más reconocimientos, y sólo quiere volver a sí mismo para reconocerse? No sé, me cuesta imaginar esa decisión, yo, que apenas estoy por publicar mi primer libro. Sólo puedo preguntarme por qué quiero publicar, si puedo explicarlo.
Entonces me pregunto por qué quiero publicar. Los premios, la difusión, el reconocimiento, todo lo que he nombrado no alcanza, no me alcanza del todo. Como un postre, al principio puedes saborearlo y paladearlo, puede que incluso quieras repetir. Pero llega un momento en que resulta empalagoso. Es curioso que antes de probarlo (antes incluso de saber si un día lo probaré) ya sé qué gusto tiene. Y no, no me alcanza. Seguramente porque, en realidad, publico para comunicar. Cuando tengo algo que comunicar y me convenzo de que es así y eso es en realidad, eso es la realidad, en lugar del domingo, el viento golpeando la ventana, el penúltimo día del año, la música escuchada, la música que aún no he escuchado, el timbre, el teléfono, la mañana, a media mañana, compartida, partida al mediodía.
31 de octubre de 2012
Fechas
lo cubres de niebla,
lo fechas de vacío.
Cualquier día
es
un día cualquiera
aunque esté fijado
y se haga verdadero.
Ni vino ni pasó
nada distinto de los otros.
Tan sólo me llevas contigo,
nos miramos,
nos correspondemos.
21 de octubre de 2012
Best seller
Hace unos días terminé el mayor éxito literario en español de la última década: La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón. Creo que puedo identificar los motivos por los que gusta tanto, pero aunque los enumerase no serían los ingredientes para que funcione la fórmula, así se copiaran todos. La opinión final es la de los lectores, ellos serán los que decidan la suerte del libro. Y lo demás son supersticiones.
Tenía curiosidad por saber lo que había despertado tanto fervor. Y no tardé en comprenderlo: La sombra del viento me recordaba a las películas de Spielberg por cómo uno empatiza con los personajes y cómo la narración se desarrolla de tal manera que te empuja a seguir adelante, para saber más. Es un libro calculado para crear ese efecto y como lo logra hay que decir que está bien escrito. Y sin embargo mis criterios me entorpecen y me impiden verlo como un gran libro. Lo comparo con otros y me doy cuenta de que cae una y otra vez en lugares comunes: el bueno muy bueno (valiente a pesar de sus temores, solidario, fuerte en su debilidad física, comprensivo), el malo muy malo (cruel, sádico, egoísta, sanguinario), la novia bellísima, el compañero gracioso y fiel, el padre protector... A poco que pensara preveía el desarrollo de una trama tan tipificada como los personajes. Pero el gran mérito de esta novela es que te aumente las ganas de saber más y más y más tras la siguiente página. Y éste sería la principal característica de los best sellers. El resto sería un análisis más o menos exhaustivo, más o menos acertado pero no deja de ser una hipótesis. Pues, como se sabe, de los gustos hay mucho escrito, y más habrá mientras haya quien los deguste.
8 de octubre de 2012
Las relaciones
(Richard Sennett: La corrosión del carácter, p. 25)
29 de septiembre de 2012
Salvador Iborra
AFIRMACIÓN POSIBLE
Aún escuchas música cuando muere el amor,
ya es muy tarde, y se están recogiendo las sillas,
quisiera volverte a mirar, buscarme otro
sueño para volverlo a perder, un eco breve
como aquella luna entrando por la ventana.
Las luces se apagan y están cerrando las puertas,
también los puentes, las casas y las autopistas,
la memoria gravitando abocando entrañas
esperando que atardezca en una ciudad lentísima
donde la vida huye donde no podemos llegar nosotros.
Esta noche es enorme, parece mentira,
y creo que debo escribir, quedarme despierto,
dejar sobre el papel alguna cosa inamovible
que alguien haya de leer, una ilusión, un rumbo,
mientras intento respirar y la soledad me ahoga,
y ansiosamente miro el cielo sin esperar respuestas.
15 de agosto de 2012
Las inteligencias
"No diré que tiene menos éxito porque es menos inteligente. Diré que quizá obtuvo un trabajo menos bueno porque trabajó menos bien, que no vio bien porque no observó bien. Diré que prestó a su trabajo una atención menor. [...] Allí donde cesa la necesidad, la inteligencia descansa, a menos que alguna voluntad más fuerte se haga oír y diga: continúa; mira lo que has hecho y lo que puedes hacer si aplicas la misma inteligencia que has empleado ya, poniendo en todas las cosas la misma atención, no dejándote distraer de tu rumbo."
(Jacques Rancière, El maestro ignorante)
3 de agosto de 2012
Los nombres del amor
Pero no es así. No existe ella, somos demasiado ficticios para ella. Nos la pasamos en lamentos de que no hay nadie más, de que ya no hay buenas buenas películas ni buenos libros, ni hay un modelo al que seguir.
Podríamos decir: Dejemos de creer que cualquier tiempo pasado fue mejor y valoremos lo mejor de nuestro tiempo. ¿Pero quién nos creerá?
25 de julio de 2012
La dificultad de ser uno mismo
23 de julio de 2012
Nuestra responsabilidad
Es entonces cuando cada uno debe añadir su propia línea, cuando cada uno debe hacer uso de su libertad.
Para que cada uno sea cada uno. Para deshacer lo repetido, lo que suena mal. Para no consumirse en el consumo. Para no huir de sí mismo.
18 de julio de 2012
La eternidad
(Jean-Luc Nancy)
16 de julio de 2012
Hablar de árboles
"Éstos son los tiempos en que hablar de árboles es casi un crimen, porque supone callar sobre tantas y tantas alevosías." (Bertold Brecht)
"La clase media compra, acumula y llora por lo que perdió, llora por los dolores de sus héroes televisivos y también por el miedo ante el tembladeral en el que está sumida... pero no deja de comprar ni de llorar mientras la va ganando poco a poco un apoliticismo que sólo puede justificar desde la afirmación que no hay nadie en quien confiar." (María Ledesma)
Y si no se puede hablar de árboles, si no hay nadie en quien confiar habrá que confiar en uno mismo y plantar la semilla de otros árboles que den hojas de gritos, hojas del mismo árbol, hojas de otros árboles, hojas que no se las pueda llevar el viento y nos devuelvan la legitimidad de la savia, de reconocernos en quienes nos representan. No se puede hablar de árboles cuando no dan ni fruto ni sombra. No se puede hablar de árboles cuando nos asusta su sombra y su fruto. No se puede hablar cuando vivimos con miedo. No se puede cuando nos imponemos prohibiciones a nosotros mismos. No se habla cuando el viento sopla en los árboles. No se puede cuando no se habla.
12 de julio de 2012
Silencios
5 de julio de 2012
Fiebre
interrupción, llega el remedio.
18 de mayo de 2012
Qué hacer en el día de tu cumpleaños
Abrazar, escuchar la música preferida, ver las películas recordadas.
Arropar, saborear la comida hasta paladearla.
Admirarse de que exista el mundo.
Admitir que los problemas no son más que cuentos mal leídos.
Agotar el tiempo, perder su medida.
15 de mayo de 2012
El inmigrante de hoy
(Más de Jacques Rancière: El desacuerdo. Política y filosofía)
7 de mayo de 2012
Equívocos, homónimos
(Cito para poner mi boca en boca de otro, que no es un beso sino pienso, alimento de la mente. Como, luego existo, la boca distancia el origen, separa, se para entre dos silencios, abre y cierra, se espacia por el contorno de la boca. donde existe, donde se tocan los bordes del paréntesis. Un paréntesis es una boca al margen de lo sensible, al margen del sentido)
30 de abril de 2012
Miquel Martí i Pol
25 de abril de 2012
Las apariencias
- ¿No sabe manejar usted? - grita el vigilante.
El cronopio lo mira un momento y luego pregunta:
- ¿Usted quién es?
El vigilante se queda duro, echa una ojeada a su uniforme como para convencerse de que no hay error.
- ¿Cómo que quién soy? ¿No ve quién soy?
- Yo veo un uniforme de vigilante - explica el cronopio muy afligido. - Usted está dentro del uniforme pero el uniforme no me dice quién es usted.
El vigilante levanta la mano para pegarle, pero en la mano tiene la libreta y en la otra mano el lápiz, de manera que no le pega y se va delante a copiar el número de la chapa. El cronopio está muy afligido y quisiera no haber chocado, porque ahora le seguirán haciendo preguntas y él no podrá contestarlas ya que no sabe quién se las hace y entre desconocidos uno no puede entenderse.
Julio Cortázar, "Vialidad".
23 de abril de 2012
Las mentiras
10 de abril de 2012
Wio - Love of Lesbian
23 de marzo de 2012
Joan Salvat-Papasseit
- envidiosa
- a las rosas:
- y lo cantará la alondra.
- envejosa
- a les roses:
17 de marzo de 2012
La evolución de las máquinas
10 de febrero de 2012
Nuevo abismo
27 de enero de 2012
La poesía de Màrius Torres
20 de enero de 2012
Las viejas ideas de Leonard Cohen
Dime un lugar
donde quieres que vaya tu esclavo,
dime un lugar
puede ser que se me haya olvidado,
dime un lugar
he perdido mi cresta de gallo,
dime un lugar
donde quieres que vaya tu esclavo
Vino un alud
de problemas, salvé como pude un hilo de luz,
una ola, un rabo de nube
entre cadenas,
me apuré por quererte al dictado,
entre cadenas
te adoré como adora un esclavo.
(...)
17 de enero de 2012
Maria Coma, Magnòlia
Dos meses después vuelvo a Magnòlia. Lo escuché el 1 de noviembre, cuando se publicó. Ahora que he dejado que el recuerdo mezcle todos los colores lo echo a rodar y lo llevo a mi lado. Viene primero el explosivo
Me enamoro de mis sueños
y no sé de qué me sirve.
La cotidianidad me ignora,
el realismo no me dice nada.
Soy impaciente pero no corro,
también me engaño si hace falta.
Y puede que te quiera más que nunca.
Y después de este pensamiento antes de dormir viene "Els rius es van dividint" ("Somos como dos embriones flotando, / ombligos unidos con hilo de lino, / sin un compás pero con mil motivos) cuya letra me remite a Màrius Torres (!) y los coros me adentran en una película de Tim Burton (!!). Y "On plou el temps" ("Cuando la luz nos desdibuja / cuando el tiempo se va oxidando / nos vamos desenfocando / somos un sonido borroso y extraño") me habla de desencuentros sin soledad que, por algún motivo, sin ser míos los hago parte de mi lenguaje. Puede que la música sea romper el silencio para hacer compañía, a nosotros, a ti que soy yo que eres tú, para hacernos de piel, vibrando en cada nota, haciéndonos cuerdas, luego tal vez palabras. Hay otras músicas en el disco (los deseos de "Fugir de l'ou", los secretos de "Ho sap tot i calla", los miedos de "Bosc adormit"). Cada uno tendrá sus preferencias hasta llegar a la fiesta de "Dins Magnòlies" y salir con la herida de volver a sentir. Y sí, puede que la música sea repetición, volver a sentir. Puede que Maria Coma me haya mostrado los dos significados de "sentir" en catalán: sentir, y también escuchar.