15 de agosto de 2012

Las inteligencias


"No diré que tiene menos éxito porque es menos inteligente. Diré que quizá obtuvo un trabajo menos bueno porque trabajó menos bien, que no vio bien porque no observó bien. Diré que prestó a su trabajo una atención menor. [...] Allí donde cesa la necesidad, la inteligencia descansa, a menos que alguna voluntad más fuerte se haga oír y diga: continúa; mira lo que has hecho y lo que puedes hacer si aplicas la misma inteligencia que has empleado ya, poniendo en todas las cosas la misma atención, no dejándote distraer de tu rumbo."
(Jacques Rancière, El maestro ignorante)

3 de agosto de 2012

Los nombres del amor

Esto no es un comentario ni una crítica. A esto le gustaría ser el eco de la película. Pero esto tropieza con el eco porque en medio se encuentra el gusto, y lo que quiere ser digestión son unos dientes a punto de ser cepillados. Pensamos que ojalá hubiera alguien como la protagonista de la película, muchos, muchas como ella para estar fuera de lugar, para que las leyes sean la excepción, para que haya cuerpos abiertos en almas bellas, para que las lluvias no formen islas, para que nos digan: los extranjeros son los únicos que merecen la nacionalidad francesa. Y española. Y argentina.

Pero no es así. No existe ella, somos demasiado ficticios para ella. Nos la pasamos en lamentos de que no hay nadie más, de que ya no hay buenas buenas películas ni buenos libros, ni hay un modelo al que seguir.

Podríamos decir: Dejemos de creer que cualquier tiempo pasado fue mejor y valoremos lo mejor de nuestro tiempo. ¿Pero quién nos creerá?