Esta huella que voy dejando puede ser recogida por quien venga de paso, siempre y cuando no sea interrumpida. Cuando nos interrumpen nos quedamos incompletos... ¿pero si hubiéramos seguido habríamos llegado a completarnos? No sé, esto parece una manera de divagar de la nada, nadando en la nada. Nada. Ilegible. Por ahí no se puede leer porque no se quiere leer. Y ahí surge un poema. De Paul Celan. Que dice (nos dice, nos da):
Ilegibilidad de este
mundo. Todo doble
Los relojes fuertes
dan la razón a la hora escindida,
roncamente.
Tú, enclavado en lo más profundo de ti,
te resurges
para siempre
De Parte de nieve, seguiré su rastro en la nieve antes de que vuelva a detenerme una interrupción.
nada, rara palabra en este diario.
ResponderEliminarEspero no interrumpir...
ResponderEliminarMe gustó el poema que pegaste.
Saludos
Será que la nada sólo tiene que aparecer para añadir alguna cosa, querida m, o si no se consume a sí misma.
ResponderEliminarPero Noelia, tú nunca interrumpes sino que continúas.