¡Sí, por fin veinte diez! Qué ganas de poner las dos cifras redondas y que huela a año nuevo. La tierra ya está mojada, lista para que crezcan deprisa nuevas semillas. Hay un nuevo espíritu o una nueva alma o una nueva voluntad de superar el crack del siglo XXI y que los Nuevos Aires se reúnan hasta que muestren todas las virtudes dispersas. Hasta el blog tiene un nuevo aspecto, ya que el anterior era el de la imagen.
Esta manera tan alambicada de comenzar es para balancearse suavemente al son del Danubio Azul en el concierto de Año Nuevo. Despertemos sin hacer ruido y quedémosnos para siempre. Vamos, un leve cabeceo, el sonido de la ventana mecida por un aire. La cama gime al darnos la vuelta. El suelo es blando. La piel es fría, se estremece, pero apenas. Y ya los dos pies en paralelo, en media vuelta, en vuelta entera, ya estamos, ya nos incorporamos. Hoy sí, hoy sí, hoy es el día, hoy sí, hoy sí, hoy sí es el día, hoy sí, hoy sí, hoy sí es el día del inicio. Abrimos las manos blandas como el sueño de anoche. Un dolor de cabeza se aparta como una mampara al primer paso. Y con cara de tontos podemos sonreír. Y creernos nuestras verdades, pues la luz del buen año ya está bailando, entusiasta, frente a nuestros ojos, y bien podemos pensar que atrás queden las penas, que ya saldaron su cuenta, y que las próximas no sean penalidades sino banalidades de lo que ya fue.
Por una vez los deseos van a ser los mejores.
7 comentarios:
¿y 2010? ¿para hacer que cosas nuevas? ¿para hacer?...
Que sí, que sí, que el 2010 va a ser mejor, seguro!!!
Esperemos que sí. Y que ya mucho bueno y nuevo.
feliz entrada de año.
Gracias, jordim, igualmente: que la entrada haya sido digna de lo que vendrá después.
y que este año lea más gente, más cantidad, y más calidad!
Ojalá, Luis, falta nos hace.
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