3 de noviembre de 2010

Plagio

En lo que vendrán a ser mis últimas clases de profesor (al menos en España) he detectado que muchos de mis alumnos sacaban sus comentarios de internet, a veces introduciendo leves variantes, pero a menudo copiados (o impresos) con absoluta fidelidad. En un principio me pareció hasta gracioso. Pobres - pensaba -, querían copiar y les he pillado. Y les devolvía su trabajo con una sonrisa, casi disculpándome. Luego las copias crecieron y se multiplicaron, a pesar de mis advertencias y el chiste, por repetido, perdió la gracia.
Muchos de ellos se disculpan alegando que habían buscado información sobre el texto, como justificando que existe un esfuerzo. No les falta razón, hay un esfuerzo, pero les pido algo más que asistir a clase o sentarse en la silla o introducir en un buscador el título de la obra que deben analizar. Debo corregir lo que ha hecho otra persona, a menudo de manera muy deficiente, incompleta o errónea, blablabla.
Al margen de disquisiciones académicas y metafísicas, si pensamos que todo está escrito... ¿por qué no es todo un plagio? Quizás porque "todo está dicho, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo". Eso lo dijo André Gide, obvio. Por ahí se le ocurrió esta idea saliendo de una clase alborotada por unos alumnos que sólo se preocupan de la nota. No. No lo creo. Al menos no son alumnos revoltosos.

4 comentarios:

Noelia A dijo...

Tremendo problema el que planteas. Por eso los docentes (aquellos que no sean duchos con lo de internet)no deben dejar de manejar bien este medio grandioso y, a la vez, tramposo que es la red.
Y no sería problema si los chicos por lo menos parafrasearan lo que leen ¿verdad? Hicieran de la lectura de comentarios y críticas ajenos una síntesis. Pero parece que no son idóneos con la lengua para crear un texto coherente, que les cuesta mucho manejar la práctica discursiva, les cuesta producir, a partir de una idea, un texto distinto al que leen, como no sea cambiándole una que otra palabra. Mucho más presentar un criterio propio de análisis. Al menos, eso es lo que veo por acá.
Buen tema, y qué dilema este,explicarles que el internet es útil depende de cómo se use.
Saludos

Vicente García dijo...

Yo en clase de latín de cou, en 1989, ya copiaba las traducciones al castellano de Virgilio de una antología. En fin, nada nuevo bajo el sol. Alguien dijo que todo lo que no es traducción, es plagio.

Óscar Martín Hoy dijo...

Me da un miedo corregir sus exámenes. Ayer les hablé de mis descubrimientos: nadie protestó. El silencio del que otorga. Sí lo hicieron cuando les dije que a algunos parece que les interese más aprobar el examen que aprender, y eso me parece preocupante. Es curioso, entonces sí habló alguien para decir que también es importante la nota. Y no digo lo contrario. Pero qué casualidad: es la que se pasa las clases hablando, sin apenas escuchar.
Y sí, no es nuevo el plagio ni copiar en los exámenes (del vecino o de un papel). Lo grave es cuando se presenta una copia impresa, tal cual está en internet. Como si fotocopiaras el libro de Virgilio. Ya ni siquiera es el esfuerzo de disimular. Y lo peor es los textos de internet son pésimos, ni siquiera es una buena copia. Tal vez, en lugar de corregir, debería llevar un sello con la leyenda: "esta copia no ha pasado los controles de calidad".

Noelia A dijo...

"esta copia no ha pasado los controles de calidad" jajaja
Y bueno, yo tengo mi otro blog que subo todas reseñas de los libros que voy leyendo, ya los veo a los chicos llevándoles eso a los profes. Les faltará saber el final, porque generalmente no los cuento, por reservarle ese priveligio al lector, jeje.