16 de septiembre de 2011

Lluvia oblicua

El abrazo es una evasiva, el abrazo no es más que un orden circular. Sigo su gesto, lo imito. Soy espectador, esperando, observando. Sin actuar. Qué me dijiste cuando aún no te conocía. Será quizás un espejo de opuestos. Me visto del revés, despierto el secreto, puedo pagar el rescate. Tu silencio es presencia. Déjame ser yo, déjame ser yo contigo. Esperando el aguacero.

2 comentarios:

Noelia A dijo...

Te ha quedado genial, una especie de gradación que va revelando de a poquito, con cada línea.

Un beso

Óscar Martín Hoy dijo...

Sí, una gradación, cayendo cada vez con más fuerza, hasta el dolor.
Un beso, gracias por comentar.