6 de julio de 2015

Pausa

Reviso este diario después de muchos, demasiados días para la presencia que debería tener. Y justo lo hago cuando estoy enfermo, con un malestar general después de una noche sin dormir. Hago una pausa por enfermedad, me visito por enfermedad. Cuánto he hecho, en qué tiempo he estado. Me dejo arrastrar por las miserias cotidianas y eso es lo que me enferma, no este resultado de escuchar, por ejemplo, a Rachmaninoff cuando me levanto de la cama y me acerco al diario. Dudo, me entorpezco por darme la vuelta hacia el camino de la habitación. Evgeny Kissin tocando a Rachmaninoff. Antes lo he escuchado en un concierto de Chopin dirigido por Zubin Mehta. Cuánto tiempo sin una pausa. Y cuántas pausas se habrán tomado ellos, estos músicos que ahora escucho y me sanan. De todas las vidas cuál me enferma, cuál me repite: ¿Me vuelvo a la cama? Me adormezco. Las pausas son breves.

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