27 de julio de 2015

Sobre la selva negra (a dos voces)

Con tres puntos
Sombras
Tres puntos sombras volaban
El aire los jalaba
Eran succionados
Algo quería comerlos
Y la columna vertebral salía
Era un vómito de puntos negros
Qué visceral
Qué visceral dijiste
Y los puntos giraron de nuevo
Qué nuevo giro formaron
Por dónde entraron
Si salieron de la columna

No, ya no podían entrar
Se juntaron y empezaron a volar saltando
Tres puntos no podían ser negros
Formaban sonidos como de agua goteras
Y empezó a llover

Ahí se juntaron
Se volvieron agua tinta
Tenía que quedar en blanco y los puntos seguir
No, era negra
Y sobre la nieve caían
Si había mucha nieve
La nieve se derretía con ellos
Allá el cuerpo era un punto
Allá se hería en el aire
Y ahora es una sola nota
Extendida sobre la nieve mortal del tiempo.

20 de julio de 2015

Compartir el sentido, repetirlo

El sentido consiste en que lo que yo digo no sea simplemente «dicho», sino que para ser dicho, en verdad, me vuelva repetido. Pero al volverme así – desde el otro – ello también se vuelve otro origen de sentido. El sentido es el paso y la participación de origen en origen, singular plural. El sentido es la exhibición del fondo sin fondo, que no es un abismo, sino simplemente el con de las cosas que son, en tanto que son. El logos es diálogo, pero el diálogo no tiene por fin superarse en «consenso» sino que su razón es tender, y solamente tender, dándole tono e intensidad el cum-, el con del sentido, la pluralidad de su surgimiento.

(Jean-Luc Nancy: Ser singular plural)

18 de julio de 2015

6 de julio de 2015

Pausa

Reviso este diario después de muchos, demasiados días para la presencia que debería tener. Y justo lo hago cuando estoy enfermo, con un malestar general después de una noche sin dormir. Hago una pausa por enfermedad, me visito por enfermedad. Cuánto he hecho, en qué tiempo he estado. Me dejo arrastrar por las miserias cotidianas y eso es lo que me enferma, no este resultado de escuchar, por ejemplo, a Rachmaninoff cuando me levanto de la cama y me acerco al diario. Dudo, me entorpezco por darme la vuelta hacia el camino de la habitación. Evgeny Kissin tocando a Rachmaninoff. Antes lo he escuchado en un concierto de Chopin dirigido por Zubin Mehta. Cuánto tiempo sin una pausa. Y cuántas pausas se habrán tomado ellos, estos músicos que ahora escucho y me sanan. De todas las vidas cuál me enferma, cuál me repite: ¿Me vuelvo a la cama? Me adormezco. Las pausas son breves.