Le compré a mi ex un libro.
Todavía no lo sabe, no nos vimos
y mientras tanto yo lo leo.
Compartimos gustos y aficiones.
Ese libro pronto será su libro.
Pero antes le desprendo el asco
de no ser ex sino en, con mí.
Le regalo el libro como escribo
el poema, sin que lo sepa, sin pedirlo.
Me vendrá bien para su cumpleaños.
1 comentario:
el libro descansa en la biblioteca sin padecer dilemas de ex lugares
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