3 de octubre de 2019

La última siesta


Después de dar diez cien mil
golpes en la orilla
como golpeando puertas de las casas
tanto sueño
como golpeando partes de las caras
rozas apenas el agua
fría y aún temblando
tanto sueño
apoyas el pie en la
arena salpicada de caracolas
restos de viejas caracolas
tanto sueño
y encogida replegada
te abres un hueco
en que descanse tu hogar.

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