23 de abril de 2007

Sant Jordi

Hoy los habitantes se ponen las galas, juntan los tópicos y se preparan para celebrar Sant Jordi, el día del libro y de la rosa.

Hace tiempo que no sacaban la cabeza por la ventana, se entretenían subrayan notas, diálogos y poemas. Y disfrutaban viviendo sólo en las palabras de los demás, que en el fondo son suyas y por eso las reconocían.

Pero hoy es San Jordi, el caballero blanco que le dio por pelearse con un dragón, algo así como Teseo con el Minotauro pero sin laberinto. Claro, con tanta vuelta aquí es donde queríamos llegar: al laberinto.

Ante un laberinto los habitantes se sientan, se adormecen y piensan en cualquier cosa. Para ellos cada día es un laberinto porque cada día pasean y con el deambular uno se pierde.

Entonces, ¿hoy también? Pero claro, ¿dónde se vio sino la vuelta? Si, para encontrar el camino, en lugar de ir desenrollando el hilo, éste se hizo ovillo.

Bueno, hoy nos quedamos con el laberinto de la rosa. Y por eso no lo deshacemos. Lo creamos pétalo a pétalo.

18 de abril de 2007

Devenir



Es un vídeo borroso, de imagen pixelada y oscura. Apenas se adivina la figura del pianista, Ludovico Einaudi. El tema es "Divenire", el que da título al nuevo disco.

Como es un concierto en directo se escucha el eco de unas toses mezclado con el eco del piano. Al fondo, un violín y unas respiraciones.

Cómo verlo todo cuando no se ve nada.

7 de abril de 2007

Ningunear



Carlos Fuentealba, docente, trabajador docente, como dice Sandra Russo en la contratapa de página 12 de hoy:
"Carlos Fuentealba estaba haciendo política gremial. Era dueño de una historia personal admirable. Alguien que había cumplido un sueño contra la adversidad. No era una adversidad personal ni familiar la de Carlos Fuentealba. Era una adversidad social. La pobreza es una adversidad social. Trabajar toda una vida como administrativo de la Uocra para estudiar mientas tanto y recibirse de maestro a los 38 años es un ejemplo de dignidad ante el que caen las palabras.

Pero hasta que su nuca fue el blanco de un disparo policial, Carlos Fuentealba no era para el Estado provincial ni un ciudadano ni un maestro ni un padre, era nadie."

También era nadie. Nadie para el Estado, nadie para el asesino que elige disparar, nadie para el después, donde sigue ausente el estado, el ministro de educación (preocupado por su nueva candidatura) el presidente.

También Fuentealba es Raquel, la que escribe, la que aprendió a escribir de grande, un nadie más, a la que le enseñó otro nadie, un Carlos...

El lunes se verá, cuando muchos ocupen el mismo lugar que Carlos defendió, el de enseñar...veremos quiénes somos.