7 de abril de 2007

Ningunear



Carlos Fuentealba, docente, trabajador docente, como dice Sandra Russo en la contratapa de página 12 de hoy:
"Carlos Fuentealba estaba haciendo política gremial. Era dueño de una historia personal admirable. Alguien que había cumplido un sueño contra la adversidad. No era una adversidad personal ni familiar la de Carlos Fuentealba. Era una adversidad social. La pobreza es una adversidad social. Trabajar toda una vida como administrativo de la Uocra para estudiar mientas tanto y recibirse de maestro a los 38 años es un ejemplo de dignidad ante el que caen las palabras.

Pero hasta que su nuca fue el blanco de un disparo policial, Carlos Fuentealba no era para el Estado provincial ni un ciudadano ni un maestro ni un padre, era nadie."

También era nadie. Nadie para el Estado, nadie para el asesino que elige disparar, nadie para el después, donde sigue ausente el estado, el ministro de educación (preocupado por su nueva candidatura) el presidente.

También Fuentealba es Raquel, la que escribe, la que aprendió a escribir de grande, un nadie más, a la que le enseñó otro nadie, un Carlos...

El lunes se verá, cuando muchos ocupen el mismo lugar que Carlos defendió, el de enseñar...veremos quiénes somos.

1 comentario:

Flor dijo...

2da vez en el día que se me pone la piel de gallina, a la mañana con los chicos y ahora con esa hoja de papel, el jueves yo no hablo!