Otra vez invierno - pero las estaciones sólo cuentan si hay parada solicitada - y el frío es una compañía que no admite réplica para quedarse, va trepando por los pies y por la noche conspira para derrotar los sueños. Cuando el silencio se condensa los labios tiemblan, se atora la voz. Y el cielo se falsea de blanco. Imperturbable. Mañana no habrá tiempo. Hoy, aún faltan cinco minutos para la una.
2 comentarios:
Esas dos últimas oraciones engloban, creo yo, el motor y la problemática humana. Porque venimos con fecha de caducidad..
Un abrazo
Preferiría saltármelas y pensar que quedan cinco minutos más, como los que se levantan de la cama. Y bueno, de todos modos es algo muy lejano para ambos. Un abrazo, Noelia.
Publicar un comentario