13 de marzo de 2011

Sobre héroes y tumbas

La batalla por la elección de Mario Vargas Llosa como inaugurador de la Feria del Libro de Buenos Aires llega a un nuevo grotesco episodio cuando el protagonista ha saltado a la tribuna para dar su versión de los hechos en un artículo que hoy publica el diario El País. Atrás queda el principal motivo de la historia (la literatura) y en su lugar asistimos a un rifi-rafe de dislates que podría recordar a los discursos de Cicerón sobre la conjuración de Catilina si no fuera porque, hay que insistir, esto no es literatura sino un sucedáneo intelectualoide que recuerda a los cloqueos televisivos de ver quién insulta mejor y cuánto ha subido la audiencia. Para resumir el culebrón: Vargas Llosa fue invitado a la Feria del Libro para decir "hola, qué hacés, cómo andás, tanto tiempo, blabliblu" y eso no gustó nada a algunos de la elite cultural argentina porque MVL se ha venido riendo de ellos y de lo que se hace en su país. Escándalo sufragado por los medios de comunicación. Entonces la elite nac&pop se justificó alegando que lo que le parece mal es que sea el invitado de honor, el que dé las palabras de salida. Nuevas misivas periodísticas a voz de pregonero. Y ahora el acusado-victimario ha dicho la suya, con perlas como: "Nunca he ocultado mi convencimiento de que el peronismo, aunque haya impulsado algunos progresos de orden social y sindical, hechas las sumas y las restas ha contribuido de manera decisiva a la decadencia económica y cultural del único país de América Latina que llegó a ser un país del primer mundo y a tener en algún momento un sistema educativo que fue un ejemplo para el resto del planeta" (si a ese momento se refiere a la burbuja de Menem es como elogiar la pasada burbuja española) o: "Porque lo que parece ofender principalmente a Horacio González, José Pablo Feinmann, Aurelio Narvaja, Vicente Battista y demás partidarios del veto, por encima de mi liberalismo es que, siendo un extranjero, me inmiscuya en los asuntos argentinos" (ah, pero yo soy español. Mejor me callo, no sea que conozcan lo que yo pienso y me manden a la loma del orto) o incluso: "¿Qué clase de Argentina quieren los intelectuales kirchneristas? ¿Una nueva Cuba, donde, en efecto, los liberales y demócratas no podríamos jamás dar una conferencia ni participar en un debate y donde sólo tienen uso de la palabra los escribidores al servicio del régimen?" (aquí es donde un argentino diría que se fue a la mierda y que no entiende nada). Así que como yo no soy peronista ni kirchnerista ni argentino (aunque esto último me gustaría llegar a serlo) hablaré de lo que debería hablar. ¿Lo adivinan?

Porque la presencia de Vargas Llosa en la Feria del Libro es poco atractiva para asistir a ella, sea quien la inaugura o quien la cierra. Hace décadas que su literatura decae sin remedio, digamos desde Lituma en los Andes, del mismo modo en que podríamos decir que la decadencia de Gabriel García Márquez comienza a partir de Noticias de un secuestro. Eso no significa que sus obras sean malas ni que estén mal escritas (al contrario: puede que su estilo sea impecable) sino que no aportan nada nuevo ni a su propia trayectoria ni a la literatura actual. Se ha vuelto previsible (que es la peor manera que podemos entender la vejez) y ya ni sorprende ni deslumbra. Por eso cuando alguien cita alguna de sus obras se referirá a La ciudad y los perros o La casa verde o La tía Julia y el escribidor, y no a El sueño del celta. Un escritor no debe vivir de su nombre sino de sus palabras, aunque no suela ser así. Y bueno, lo demás... lo demás es tan arbitrario como pensar en este tema y titularlo "Sobre héroes y tumbas". ¿Hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia, Catilina?

3 comentarios:

Agu Durañona dijo...

Oskar queridazo....pronto te veremos emerger de la maquina del tiempo, libre entre el paisaje de la pampa.
abrazo, hasta ahora.

Agu

m dijo...

queridisimo escritor, eso de no ser kirchnerista, cuando pises la histórica zona norte, lo redefinimos...
veremos que pasa en la feria: nada.

Óscar Martín Hoy dijo...

¡Che, querido Agu, tú por aquí! Tienes razón: en apenas doce días saldré entre vapores y volveré al futuro, es decir al presente. Un abrazo goñioso. Nos vemos pronto.

Queridísima m: antes de ser kirchnerista prefiero ser argentino. Y no lo veo difícil, después de todo.