4 de marzo de 2008

Secretos insignificantes

Hubo una vez en que Nathaniel Hawthorne se sobresaltó al leer en el periódico la noticia de un hombre que un día salió de casa y, sin motivo aparente, no regresó, sino que se alojó a la vuelta; hasta que un día, por nostalgia, por curiosidad o quién sabe por qué oscuro motivo, decidió volver veinte años después. Esta historia, real o no, le sirvió a Hawthorne de punto de partida para escribir el cuento "Wakefield" y reconstruir con él el pensamiento de un hombre en apariencia corriente. El suceso es extraordinario, pero quizás lo sea más descubrir cómo era el hombre.

Ayer nos sobrecogió otra noticia que perturbaría al propio Hawthorne:

"Un hombre convive con el cadáver de su padre durante cuatro meses".

Los vecinos no tardaron en declarar que era un hombre huraño y esquivo, que por su actitud en la calle padecía un trastorno mental, que no sospecharon nada. Muchos, al conocer la historia, habrán recordado a Norman Bates, el mórbido protagonista de Psicosis, y, con inevitable despreocupación, habrán solucionado el caso tachando al hombre de monstruo o, eufemísticamente, de enfermo. De modo que no habrán sentido la terrible soledad en que vivió ese hombre no ya durante cuatro meses, sino en un tiempo infinito. Ese hombre no recibió ni una sola visita. Los vecinos declararon que se extrañaban de no ver al padre por la calle, pero, en cambio, sí lo veían sentado a la mesa.

Si hiciéramos como Hawthorne y tomáramos la anécdota para descifrar la vida oculta de ese hombre que no quiso separarse de su compañero (ya que tampoco nadie se había acordado del padre) quizás también descubriésemos nuestra velada soledad. Los vecinos, los compañeros de trabajo, los camareros, los quiosqueros, los panaderos, los taxistas, los extraños cotidianos. Bueno está. Como buenos salvajes, nos educamos poco a poco en la monstruosa decadencia. Y los que no la soportan los castigamos. Como si no quedara otra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

buenísmo...muy buen relato, plagiaria frases enteras...
muy bueno...tiene el espíritu de diario de monoambiente...

Blue dijo...

Aquest text m´ha fet pensar. Gairebé sempre sols mirem un costat de la vida. Aquest home és un monstre.... per exemple, però si ho reflexionem be... sabem el que hauriem fet nosaltres, però el que interiorment, si la societat ens ho permetès, hauriem fet? Que mentalment ens ha pogut passar pel cap de fer? No separar-nos del mort potser?
De vegades hauriem de recordar que no queda tan llluny aquella antiga costum en la que el mort als pobles es quedava a la casa pairal fins passats uns tres dies. Per a que? pregunteu-ho als avis i a la gent gran. Costums us diran, i aquesta idea avui a nosaltres ens sembla totalment fora de lloc.
Per pensar-hi...