1 de enero de 2010

¡Por fin 2010!



¡Sí, por fin veinte diez! Qué ganas de poner las dos cifras redondas y que huela a año nuevo. La tierra ya está mojada, lista para que crezcan deprisa nuevas semillas. Hay un nuevo espíritu o una nueva alma o una nueva voluntad de superar el crack del siglo XXI y que los Nuevos Aires se reúnan hasta que muestren todas las virtudes dispersas. Hasta el blog tiene un nuevo aspecto, ya que el anterior era el de la imagen.

Esta manera tan alambicada de comenzar es para balancearse suavemente al son del Danubio Azul en el concierto de Año Nuevo. Despertemos sin hacer ruido y quedémosnos para siempre. Vamos, un leve cabeceo, el sonido de la ventana mecida por un aire. La cama gime al darnos la vuelta. El suelo es blando. La piel es fría, se estremece, pero apenas. Y ya los dos pies en paralelo, en media vuelta, en vuelta entera, ya estamos, ya nos incorporamos. Hoy sí, hoy sí, hoy es el día, hoy sí, hoy sí, hoy sí es el día, hoy sí, hoy sí, hoy sí es el día del inicio. Abrimos las manos blandas como el sueño de anoche. Un dolor de cabeza se aparta como una mampara al primer paso. Y con cara de tontos podemos sonreír. Y creernos nuestras verdades, pues la luz del buen año ya está bailando, entusiasta, frente a nuestros ojos, y bien podemos pensar que atrás queden las penas, que ya saldaron su cuenta, y que las próximas no sean penalidades sino banalidades de lo que ya fue.

Por una vez los deseos van a ser los mejores.

7 comentarios:

La que se rinde dijo...

¿y 2010? ¿para hacer que cosas nuevas? ¿para hacer?...

Pardi dijo...

Que sí, que sí, que el 2010 va a ser mejor, seguro!!!

Óscar dijo...

Esperemos que sí. Y que ya mucho bueno y nuevo.

Anónimo dijo...

feliz entrada de año.

Óscar Martín Hoy dijo...

Gracias, jordim, igualmente: que la entrada haya sido digna de lo que vendrá después.

LuisNCT dijo...

y que este año lea más gente, más cantidad, y más calidad!

Óscar Martín Hoy dijo...

Ojalá, Luis, falta nos hace.