25 de abril de 2012

Las apariencias

Un pobre cronopio va en su automóvil y al llegar a una esquina le fallan los frenos y choca contra otro auto. Un vigilante se acerca terriblemente y saca una libreta con tapas azules.
- ¿No sabe manejar usted? - grita el vigilante.
El cronopio lo mira un momento y luego pregunta:
- ¿Usted quién es?
El vigilante se queda duro, echa una ojeada a su uniforme como para convencerse de que no hay error.
- ¿Cómo que quién soy? ¿No ve quién soy?
- Yo veo un uniforme de vigilante - explica el cronopio muy afligido. - Usted está dentro del uniforme pero el uniforme no me dice quién es usted.
El vigilante levanta la mano para pegarle, pero en la mano tiene la libreta y en la otra mano el lápiz, de manera que no le pega y se va delante a copiar el número de la chapa. El cronopio está muy afligido y quisiera no haber chocado, porque ahora le seguirán haciendo preguntas y él no podrá contestarlas ya que no sabe quién se las hace y entre desconocidos uno no puede entenderse.


Julio Cortázar, "Vialidad".

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