2 de septiembre de 2008

¿El fin del monoambiente?

Resulta que el monoambiente tiene un dueño, físico o fáctico pero a fin de cuentas un dueño que no somos los habitantes. En el pasado mes de agosto terminó el contrato de alquiler y el Doctor Amor pretendía aumentar el precio a casi el doble. La respuesta inmediata fue buscar otro lugar que habitar, pero tras visitar varios aún no nos hemos decidido por ninguno.

En éstas que el Doctor Amor ha repensado su oferta y ahora pide un aumento más razonable: cada seis meses el precio del alquiler subirá un porcentaje hasta que dentro de dos años pagaremos el doble de lo que pagamos actualmente. Bueno, digamos que puede ser.

La cuestión es que ahora mismo la estabilidad del monoambiente es muy frágil. En esta semana hay que dar la respuesta definitiva.

En cualquier caso el diario seguirá escribiéndose, aunque sufra una metamorfosis y ya no sea más de monoambiente.

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