25 de mayo de 2010

Héroes






El momento en que la idea nace para la historia es cuando carece de dudas y se convierte en verdad.

Cuánto habremos aprendido sin ser conscientes de que lo estábamos aprendiendo. El conocimiento inmanente sobreviene como una promesa cumplida. Y no me refiero a doctrinas ni predicaciones sino a las historias que animaron nuestra imaginación mientras nos mostraban cómo era el Imperio Romano, el Congo, la Luna, el valor, el asombro, la compañía. La imagen simbólica del mundo trasciende a las líneas perfiladas de unos trazos reconocibles, y nos reconocemos en ellos, en su inmediata identificación.

En otra palabras y para que esto no sea un salto brusco: todo es tan simple como reconocerse en los pensamientos y en las acciones de estos dibujos. De tantas lecturas como hemos tenido y de algunas no alteramos en absoluto su recuerdo. Leíamos como devorando las palabras, una tras otra, y esperábamos la siguiente entrega como si de ella dependiera el futuro. La realidad no podía ser más optimista que esa sonrisa dibujada, y el enigma de la portada de qué aventuras se relatarían tras ella. Todo sería mucho más sencillo, todo entonces se explicaría en una acción o un gesto que no admite dobles sentidos.
Aquellos personajes nunca pueden engañarnos, nunca nos han traicionado. Siempre están a la altura de sus expectativas. Son los héroes de nuestra vida. Y quién no sabrá su nombre. Hubo muchos otros y muchos más vinieron después. Pero cuando se trata de héroes la primera imagen dibujada y perfilada que se nos viene es la de los que han derrotado hasta el tiempo de este mundo loco de insensatos.

2 comentarios:

mar dijo...

mi valentía de la Galia. Y mi ansiendad científica de Tintín. Del profesor (el del pendulo) Así dibujados, no sorportaría verlos en película. También de allí de ellos mi acercamiento a una Biblioteca en ese paso de la niñez a la adolescencia, donde hay más para leer pero conserva el dibujo...Interesante post

Óscar Martín Hoy dijo...

Yo tampoco soporto verlos en película, por mucho que Spielberg ruede una sobre Tintín. Y sí, también fue mi paso de la niñez a la adolescencia.
Qué bueno que te haya gustado.