28 de febrero de 2011

Noche oscura del alba

"Me despierto temprano para hacer ejercicios.
Media hora para el dolor al cuello, para evitar
la molesta rotación del brazo. Me preparo
el desayuno y cojo al azar un libro. Miento."

Leo al azar (es decir la página correspondiente a mi ritmo de lectura) el inicio del "Arte nuevo de hacer poemas", de Eduardo Chirinos. Es una poesía directa, vivaz, dejada de la mano de una cadencia que va de la reflexión al diálogo. Chirinos cita a Auden y toma el título de un libro de Lope de Vega. Yo cito a Chirinos y tomo el título de un libro de San Juan de la Cruz. ¿Leerá alguna vez estos ejercicios? Lo dudo, y si lo hiciera no se reconocería ni en la cita. Entonces, como creo sin tener creencias:

Hace frío esta noche.
Amanece
en el otro lado de esta
aparente
correspondencia de símbolos.
Me demoro en el error.
Erro sin rumbo, tropiezo,
pongo comas en mis frases,
y entreveo mi diálogo
con el poema, que gime
y con cara de pena
se recuesta y me susurra:
"déjame dormir ahora,
ponme el punto que nos falta,
vámonos juntos a por la
noche oscura del alba".

3 comentarios:

m dijo...

¿y hay que creer que es malo este ensueño con el poema?

Noelia A dijo...

Para ser simple ejericio está muy bueno, compañero. Y sin dudas la mejor ayuda para la escritura es la lectura y dejarse llevar por los propios gustos y por la propia búsqueda personal.
Me gustan los versos libres, los prefiero a la métrica y rima.

Un gusto pasar a saludarte.

Óscar Martín Hoy dijo...

No es del todo malo, m, lo salvo hasta el punto de publicarlo. Aunque no pasa de ser un mero ejercicio.

Es curioso, Noelia: yo también prefiero los versos libres pero este poema lo escribí con métrica y rima. Lo que en un principio es un caos luego se regula en versos octosílabos (con las correspondientes sinalefas y sumas y restas de versos según los acentos prosódicos) y los cuatro últimos tienen una rima asonante. Pero si no se nota mejor: señal que no molestan.