9 de marzo de 2010

En medio del invierno

En medio del invierno los días se aceleran y ya quieren hablarnos de primavera. Sol negro por la mañana, sol gris por la tarde. Y de repente nieve. Las penas de los contratiempos distan de atraparnos, el futuro se viene como un soplo constante, hay una extraña alegría solazada en los rincones que se levanta sin sombra y zumba a nuestro alrededor. Ya no hay retiradas, salimos a jugar y tiramos la llave. Todo ayer se vuelve ahora. El aire es frío y no importa, porque el azar se conjura a nuestro favor, el azar es una pluma blanca que se balancea, gira y se multiplica en miles de plumas. Las nubes pestañean, la luz deriva su rumbo pero no se aleja, pronto iniciará el amanecer. Aunque la vida se simule a sí misma y se recate en los calendarios, los caminos convergen en nuestras manos. El tiempo rueda como una llama. Y simplemente nieva.

5 comentarios:

mar dijo...

la pluma se balancea de mi lado este invierno...
(por fin!)

Noelia A dijo...

"El tiempo rueda como una llama. Y simplemente nieva."
Buen final, deja pensando. No importa lo que hagamos o lo que nos pase, el tiempo siempre sigue su curso, sin mayores ni menores consideraciones de nuestra existencia.

Óscar Martín Hoy dijo...

Sí, mar, por fin la pluma se balancea del lado correcto, qué bueno. Ya parecía mentira que existiese, pero concebimos la balanza y sus dos inclinaciones. El tiempo cambia deprisa, su ritmo es frenético y ya corre.

Y qué bueno que te haya gustado el final, Noelia. El tiempo sigue su curso y, a veces, corremos con él. Mientras no nos despitemos, pues hablaba del invierno sólo unos pocos días atrás y ya cambió.

Xocas dijo...

Escojo este breve texto, que me ha parecido delicioso, para corresponder a tu visita. Pero no por ser educado, sino porque me gusta.
Parece que sufrimos de esa curiosa enfermedad que nos obliga a mimar las palabras y es agradable descubrir que no andamos tan solos.
Te sigo, si me permites.

Un abrazo.

Óscar Martín Hoy dijo...

Me encantaría contagiar esta bendita enfermedad de cuidar las palabras, Xocas. Es un placer intercambiar estos gérmenes que a veces hasta crecen y se convierten en frases o en textos. No tardarán en haber nuevos brotes.

Un abrazo.