7 de marzo de 2010

Los premios

Nunca me han convencido los premios. Muchas veces me han parecido injustos y arbitrarios, dependientes de unos criterios tan subjetivos como son el estado de ánimo de quien premia, la simpatía, el amiguismo y otros más que poco (por no decir nada) tienen que ver con el objeto premiado. ¿Quién puede decidir, en última instancia, que esto o aquello está bien o es mejor que lo demás?

Podría haber pensado esto a propósito de la entrega de los Oscar, aunque no sea el caso. La edición de este año se ha presentado como un duelo entre Avatar y En tierra hostil (había escrito "hostial" y no quedaba mal, no), animado además por el hecho de que los directores de las respectivas películas hayan estado casados. Lo cierto es que no puedo decir nada de esas películas porque aún no las he visto, pero sí en cambio de Inglorious Basterds y Precious, y me han gustado hasta el punto de que las consideraría más dignas de ser premiadas, al menos entre las que han entrado en la nominación ya que no lo están ni La carretera ni Celda 211. Pero claro, esto también sería sólo según mi propio criterio.

En cuanto a música, poco se puede decir, cuando ha primado más la comercialidad que la calidad.

Y de la literatura, algún que otro premiado habrá sido meritorio, pero no deja de llamarme la atención que mis autores preferidos (Paul Celan, Fernando Pessoa, Jorge Luis Borges, Franz Kafka, Julio Cortázar) no hayan recibido el Nobel, y sin embargo sí se lo otorgaron a, por ejemplo, Winston Churchill.

Siempre he pensado que el mayor premio es que haga disfrutar con lo que hago (a pesar de que esta entrada sea muy discreta). Y el que pido también, obvio. El resto (dotaciones económicas, honorarios comerciales, fenómenos de masas, etc.) es algo ajeno, como de otro mundo, como si no tuviera que ver con nosotros.

(prometo esforzarme más la próxima vez)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Los premios...esos que aveces sobrevaloran o infravaloran... Esos que tantas alegrias causan y al a vez tantas decepciones. Pero la mayoría de las veces, los premios son reconocidos a gente que realmente los merece, y si no fuera por ellos, la socioedad seguiría sin reconocerlos. Para alguos individuos, sin los premios ellos no serían nada, necesitan de ellos para alardear, mostrarse... y en cambio, hay otros que no les hace ninguna falta los premios, reconocieientos; tan sólo les vale con que les gusta su faena o en saber que lo que hacen es lo correcto. Otros, rechazan los premios, otros los buscan como sea. He aquí la diferencia.

Amira dijo...

por cierto, ¡soy Amira!

Noelia A dijo...

Acerca de los Oscar no tengo ni idea, veo peliculas casi siempre europeas y orientales, e incluso de medio oriente, que me parecen mucho más atrapantes que las del cine de hollywood.
Y acerca de los nobel, ahi en "Notas de prensa" ya Gabriel Garcia Marquez lo expresa espectacular:
http://www.sololiteratura.com/ggm/marquezelfantasma.htm
Quizás te interese leerlo.

Saludos

Óscar Martín Hoy dijo...

Amira, no sé cómo ya reconozco tu estilo aunque no firmes tus comentarios, pero si los firmas aún mejor, claro. En cuanto a tu idea sobre los premios estoy de acuerdo en cómo les afectan a los que lo reciben. De García Márquez he leído esta idea que me ha dejado pensando:

"«Para nosotros», me dijo, sonriendo, un amigo soviético, «el Premio Nobel es bueno cuando se lo conceden a un escritor que nos gusta, y malo cuando sucede lo contrario». La explicación no es tan simplista como parece. En el fondo de nuestro corazón todos tenemos el mismo criterio."

Un artículo que te agradezco, Noelia, porque aún no conocía. Y eso que es de 1980. Igual es tanto lo que aún ignoramos que no me extraña. Y si no siempre vale la pena redescubrirlo. Como, referido al cine, esta escena de In the mood for love que tantas veces he recordado. Tanto que necesito las palabras y lo que admiro el silencio:

http://www.youtube.com/watch?v=EjcTPRkAfL0

mar dijo...

que buena película, escena sin una palabra.
http://www.youtube.com/watch?v=ZgO_sCXrK4s
Esto no es de premios, pero viene a cuento de la buena película y la última frase.