Esta huella que voy dejando puede ser recogida por quien venga de paso, siempre y cuando no sea interrumpida. Cuando nos interrumpen nos quedamos incompletos... ¿pero si hubiéramos seguido habríamos llegado a completarnos? No sé, esto parece una manera de divagar de la nada, nadando en la nada. Nada. Ilegible. Por ahí no se puede leer porque no se quiere leer. Y ahí surge un poema. De Paul Celan. Que dice (nos dice, nos da):
Ilegibilidad de este
mundo. Todo doble
Los relojes fuertes
dan la razón a la hora escindida,
roncamente.
Tú, enclavado en lo más profundo de ti,
te resurges
para siempre
De Parte de nieve, seguiré su rastro en la nieve antes de que vuelva a detenerme una interrupción.
3 comentarios:
nada, rara palabra en este diario.
Espero no interrumpir...
Me gustó el poema que pegaste.
Saludos
Será que la nada sólo tiene que aparecer para añadir alguna cosa, querida m, o si no se consume a sí misma.
Pero Noelia, tú nunca interrumpes sino que continúas.
Publicar un comentario