28 de marzo de 2009

A cuatro manos (2)

Caminó por el bulevar de una ciudad
que parecía extraña, si bien es cierto que la luz
ayudaba a la paciencia cuando sucedía
lo mismo que ayer. Es un decir,
la suerte era más difícil que sacar
poker cuando la partida estaba por comenzar
a ponerse a preguntar por qué.
Entonces decidió que ya era hora de
pensar menos y hacer más como le
decía cualquier cosa, más que nada para
poder pensar todos sus sueños
otra vez como al principio, si es que
es posible dibujarlos y ponerle
color borravino, como los días nublados
de los tonos, los tornasolados, con
brillo entrevisto en la mirada.
Entonces pensó y hasta gritó...
¡Maldita rana!

2 comentarios:

Noelia A dijo...

Es una tontera lo que voy a decir, pero, me encanta la poesía, las metáforas libres, etc, pero qué cómoda me siento si estáe scrita por un/a argentino/a, y no por xenofobia, no, por el lenguaje, casi que borravino no lo pone mpas que alguno de nosotros... Tenemos lengua propia che...
Saludos

Óscar Martín Hoy dijo...

Pues te sorprenderá saber que yo no soy argentino sino español, catalán. Pero bueno, dicen que yo escribo como un argentino y no está mal sentirme así, me encanta. Será cosa de Cortázar, tal vez.